Duelo perinatal, ¿se puede superar?
El duelo perinatal es una de las pérdidas más invisibilizadas en nuestra sociedad. La muerte de un bebé durante el embarazo, el parto o poco después de nacer es un golpe devastador para los padres, quienes muchas veces enfrentan su dolor en soledad debido a la falta de comprensión del entorno.
Este tipo de pérdida no solo implica la muerte de un hijo, sino también la despedida de un futuro imaginado y la ilusión de la maternidad y la paternidad.
En este artículo exploraremos qué es el duelo perinatal, cómo se manifiesta, qué factores lo hacen tan difícil y qué estrategias pueden ayudar a sobrellevarlo.
Contenidos
Toggle¿Qué es el duelo perinatal?
El duelo perinatal es el proceso de duelo que ocurre tras la pérdida de un bebé en cualquiera de estas circunstancias:
- Aborto espontáneo: Pérdida del embarazo antes de la semana 20 de gestación.
- Muerte fetal intrauterina: Pérdida del bebé después de la semana 20 y antes del nacimiento.
- Muerte neonatal: Fallecimiento del bebé en los primeros 28 días de vida.
Cada una de estas pérdidas conlleva un dolor profundo, pero a menudo es un duelo no reconocido socialmente, lo que lo hace aún más difícil de procesar.
¿Por qué el duelo perinatal es tan doloroso?
La pérdida de un bebé en cualquier etapa de la gestación o poco después del nacimiento es devastadora por múltiples razones:
La conexión emocional con el bebé
Desde el momento en que una persona sabe que está embarazada, comienza a desarrollar un vínculo con su hijo. Se crean expectativas, sueños y planes para el futuro.
Cuando el bebé muere, no solo se pierde su vida, sino también todas las ilusiones que venían con él.
La invisibilidad del duelo
Muchas personas no reconocen el duelo perinatal como una pérdida “real”. Frases como:
- “Eres joven, puedes intentarlo de nuevo.”
- “Al menos no lo conociste.”
- “No era un bebé todavía.”
Minimizan el dolor de los padres y pueden hacer que se sientan solos en su proceso de duelo.
Sentimientos de culpa e impotencia
Es común que los padres experimenten pensamientos como:
- “¿Hice algo mal?”
- “¿Podría haber evitado esto?”
- “No fui capaz de proteger a mi bebé.”
Aunque en la mayoría de los casos la pérdida es completamente ajena a su control, los sentimientos de culpa pueden ser intensos y difíciles de manejar.
La ausencia de recuerdos físicos
En muchas pérdidas perinatales, los padres no tienen la oportunidad de ver, abrazar o despedirse de su bebé. Esto puede hacer que la pérdida se sienta irreal o incompleta.
Fases del duelo perinatal
El duelo perinatal no es un proceso lineal, pero generalmente (al igual que otros tipos de duelo) puede pasar por diferentes fases emocionales.
Shock y negación
Los primeros días después de la pérdida suelen estar marcados por incredulidad y desconcierto. Algunas personas sienten que están en una pesadilla de la que pronto despertarán.
Tristeza y vacío
Cuando la realidad se asienta, el dolor emocional puede volverse abrumador. Pueden aparecer síntomas como:
- Llanto incontrolable.
- Sensación de vacío.
- Dificultad para dormir o comer.
- Pérdida de interés en actividades cotidianas.
Ira y frustración
Es común sentir enojo hacia uno mismo, hacia los médicos, hacia la vida o incluso hacia otras mujeres embarazadas.
El dolor puede expresarse con preguntas como:
- “¿Por qué me pasó esto a mí?”
- “No es justo que otras personas tengan hijos y yo no.”
Culpa y autorreproche
Muchas madres y padres se preguntan si hicieron algo mal durante el embarazo o si podrían haber evitado la pérdida.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, las pérdidas perinatales ocurren por razones médicas fuera del control de los padres.
Aceptación y resignificación
Con el tiempo, el dolor sigue presente, pero la persona comienza a encontrar formas de honrar la memoria de su bebé y a seguir adelante sin olvidarlo.
La aceptación no significa olvidar, sino integrar la experiencia en la vida sin que cause un sufrimiento constante.
Qué ayuda en el duelo perinatal
Si bien el duelo es un proceso personal, hay estrategias que pueden facilitar la sanación.
1. Validar el dolor y la pérdida
El primer paso para afrontar el duelo es reconocer que la pérdida es real y significativa.
Cada persona tiene derecho a sentir tristeza, enojo o frustración sin importar en qué etapa ocurrió la pérdida.
2. Hablar sobre la experiencia
Muchas personas encuentran alivio al compartir su historia con alguien de confianza o con grupos de apoyo para padres en duelo perinatal.
Hablar del bebé, ponerle un nombre y expresar lo que se siente puede ayudar a procesar la pérdida.
3. Crear rituales de despedida
Aunque no se tenga un funeral tradicional, crear un ritual simbólico puede ayudar a despedirse.
Algunas ideas incluyen:
- Escribir una carta al bebé.
- Plantar un árbol en su honor.
- Guardar un recuerdo especial en su memoria.
Estos gestos pueden brindar un sentido de cierre y permitir a los padres honrar la existencia de su hijo.
4. Permitir el tiempo necesario para el duelo
El duelo perinatal no tiene un tiempo establecido. Algunas personas necesitan semanas para empezar a sentirse mejor, mientras que otras pueden tardar meses o años.
Lo importante es no apresurar el proceso ni sentir culpa por la duración del duelo.
5. Buscar apoyo emocional y profesional si es necesario
Si el dolor se vuelve insoportable, afecta la vida diaria o provoca síntomas de depresión severa, acudir a un terapeuta especializado en duelo perinatal puede ser de gran ayuda.
Qué no ayuda en el duelo perinatal
Así como hay estrategias que facilitan la sanación, también hay actitudes que pueden hacer que el duelo sea más difícil.
Minimizar la pérdida
Frases como “Puedes tener otro hijo” o “No era un bebé todavía” pueden hacer sentir a los padres que su dolor no es válido.
Cada pérdida es real, sin importar en qué momento del embarazo ocurrió.
Evitar hablar del bebé
Algunas personas creen que lo mejor es no mencionar al bebé para evitar el sufrimiento. Sin embargo, para muchos padres, hablar de su hijo es una forma de mantener su memoria viva.
Presionar para “superarlo” rápidamente
El duelo no tiene un tiempo determinado. Cada persona necesita su propio ritmo para sanar.
Decir frases como “Tienes que seguir adelante” o “Deja de pensar en eso” solo aumenta la presión y el dolor.
Conclusión: El amor por un hijo no desaparece con su ausencia
El duelo perinatal es un proceso doloroso, pero con el tiempo, el amor por el bebé perdido se transforma en un recuerdo que acompaña sin causar un sufrimiento constante. Honrar su existencia, permitirse sentir y rodearse de apoyo son pasos clave para encontrar sanación.
Cada bebé, sin importar cuánto tiempo haya estado en el vientre o en el mundo, deja una huella en el corazón de sus padres.
El amor por un hijo no se mide en días o años, sino en la profundidad del vínculo que nunca desaparece.
Bibliografía sobre duelo
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Víctor Cerón Psicólogo
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