¿De dónde viene nuestra necesidad de estar en pareja?
Las relaciones de pareja son una parte fundamental de la vida de muchas personas. Desde la infancia, la sociedad nos transmite la idea de que encontrar una pareja es un objetivo esencial para la felicidad y la realización personal. Pero, ¿de dónde viene realmente esta necesidad?
Más allá de la influencia cultural, la necesidad de estar en pareja tiene raíces profundas en nuestra biología, psicología y evolución. En este artículo exploraremos los factores que explican por qué buscamos el amor y cómo esta necesidad influye en nuestras relaciones.
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ToggleEl origen biológico: el amor como mecanismo de supervivencia
La necesidad de establecer vínculos afectivos no es solo un aspecto cultural, sino que tiene una base biológica y evolutiva. Desde el punto de vista de la evolución, formar pareja ha sido clave para la supervivencia de nuestra especie. Los seres humanos somos animales sociales y, a lo largo de la historia, estar en pareja y vivir en comunidad ha aumentado nuestras posibilidades de protección y reproducción.
Algunos aspectos biológicos que explican esta necesidad son:
El papel del apego en la supervivencia
El apego es un sistema biológico que nos impulsa a formar lazos emocionales con los demás. John Bowlby, creador de la teoría del apego, explicó que el vínculo entre un bebé y su cuidador es esencial para su desarrollo y supervivencia. Este mismo sistema de apego sigue funcionando en la adultez, motivándonos a buscar relaciones cercanas y estables.
La química del amor
El amor y la atracción romántica están impulsados por una serie de neurotransmisores que generan placer y bienestar:
- Dopamina: Relacionada con la motivación y la recompensa, nos hace sentir euforia al estar cerca de la persona amada.
- Oxitocina: Conocida como la “hormona del apego”, fortalece los vínculos emocionales.
- Serotonina: Regula el estado de ánimo y genera estabilidad emocional en la relación.
Estas sustancias hacen que las relaciones de pareja sean una fuente de bienestar, reforzando la necesidad de estar con alguien.
La influencia psicológica: el deseo de conexión y pertenencia
Más allá de la biología, la necesidad de estar en pareja está influenciada por factores psicológicos y emocionales.
1. La necesidad de pertenencia
El psicólogo Abraham Maslow, en su famosa Pirámide de Necesidades, colocó el amor y la pertenencia como necesidades fundamentales, justo después de la seguridad y la supervivencia. Las relaciones románticas nos ofrecen:
- Compañía y apoyo emocional.
- Validación y autoestima.
- Un sentido de identidad compartida.
Estar en pareja nos hace sentir parte de algo más grande y nos ayuda a construir una identidad dentro de un vínculo.
2. El apego en la adultez
La forma en que nos vinculamos en pareja está influenciada por nuestro estilo de apego, que se forma en la infancia.
- Apego seguro: Se sienten cómodos con la intimidad y la independencia.
- Apego ansioso: Buscan validación constante y tienen miedo al abandono.
- Apego evitativo: Prefieren la independencia y evitan la cercanía emocional.
Quienes crecieron en entornos seguros suelen buscar relaciones estables y saludables, mientras que quienes vivieron experiencias de abandono o inseguridad pueden desarrollar una mayor necesidad de estar en pareja para sentirse completos.
3. El miedo a la soledad
Para muchas personas, la necesidad de estar en pareja está relacionada con el miedo a la soledad.
- Algunas personas asocian la soltería con el fracaso o la falta de valía.
- El temor a la soledad puede llevar a elegir parejas poco compatibles o a permanecer en relaciones insatisfactorias.
- Aprender a disfrutar de la propia compañía es clave para desarrollar relaciones más saludables y libres de dependencia emocional.
La influencia cultural: el amor como ideal de felicidad
Nuestra sociedad ha construido un ideal de amor romántico que refuerza la idea de que la felicidad solo es completa si tenemos pareja. Algunos factores culturales que influyen en esta necesidad son:
El mito del amor romántico
Desde pequeños, nos enseñan que el amor es el centro de la felicidad:
- Las películas, la música y los libros refuerzan la idea de que el amor todo lo puede.
- Se nos transmite la idea de la “media naranja”, como si fuéramos incompletos sin pareja.
- La cultura refuerza la creencia de que el amor debe ser apasionado, eterno y sin dificultades.
Esta visión idealizada del amor puede generar expectativas poco realistas y frustraciones en las relaciones reales.
La presión social
En muchas culturas, estar en pareja es visto como un indicador de éxito y estabilidad.
- En algunos entornos, se espera que las personas se casen y formen una familia como parte de su desarrollo personal.
- La presión familiar y social puede hacer que algunas personas busquen pareja por obligación más que por deseo genuino.
Aprender a diferenciar entre el deseo real de estar en pareja y la influencia social es clave para tomar decisiones más auténticas.
¿Es malo necesitar estar en pareja?
La necesidad de conexión y amor es parte de nuestra naturaleza humana. Sin embargo, es importante preguntarnos desde qué lugar surge esta necesidad:
Cuando la necesidad de pareja es saludable:
- Se busca una relación desde la plenitud y no desde la carencia.
- Se disfruta de la propia compañía y se elige compartir la vida con alguien.
- Se establece una relación basada en la confianza, el respeto y el crecimiento mutuo.
Cuando la necesidad de pareja es problemática:
- Se teme estar solo y se busca pareja por dependencia emocional.
- Se aceptan relaciones tóxicas por miedo a la soltería.
- Se idealiza a la pareja y se espera que llene vacíos personales.
El equilibrio radica en disfrutar del amor sin depender de él para sentirnos completos.
Cómo construir una relación desde la plenitud
Si bien el amor es una experiencia maravillosa, es importante aprender a relacionarnos desde la autonomía y no desde la necesidad. Algunas claves para construir relaciones sanas incluyen:
1. Desarrollar el amor propio
La relación más importante que tenemos es con nosotros mismos. Fortalecer la autoestima y aprender a estar bien en soledad nos permite elegir mejor nuestras relaciones.
2. Cuestionar creencias sobre el amor
Preguntarnos qué sistema de creencias tenemos sobre las relaciones nos ayuda a identificar si estamos buscando pareja por deseo genuino o por miedo a estar solos.
3. Elegir pareja desde la compatibilidad y no desde la necesidad
Una relación sana se basa en valores compartidos, respeto mutuo y apoyo emocional, no en llenar vacíos personales.
4. Disfrutar del presente sin obsesionarse con la idea de pareja
Aprender a disfrutar de la vida, las amistades y las actividades individuales ayuda a que la relación de pareja sea una elección y no una necesidad.
Conclusión: La pareja como una elección, no una necesidad
La necesidad de estar en pareja tiene raíces biológicas, psicológicas y culturales. Sin embargo, más allá de estos factores, es importante aprender a construir relaciones desde la libertad y no desde la dependencia. El amor es una experiencia maravillosa, pero no es la única fuente de felicidad. La clave está en encontrar el equilibrio entre la conexión con los demás y el bienestar personal.
Cuando aprendemos a disfrutar de nuestra propia compañía, elegimos desde la plenitud y no desde el vacío, permitiéndonos construir relaciones más sanas, auténticas y enriquecedoras.
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Víctor Cerón Psicólogo
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