Objetivos de la terapia de pareja
Los objetivos varían según la pareja, pero suelen incluir:
- Mejorar la comunicación: Ayudar a las parejas a expresar sus sentimientos y necesidades de manera más clara y efectiva.
- Resolver conflictos: Abordar las discusiones recurrentes o los problemas no resueltos.
- Fortalecer la relación: Aumentar la intimidad, la confianza y la conexión emocional.
- Tomar decisiones sobre el futuro: Algunas parejas acuden a terapia para decidir si quieren continuar juntos o si es mejor separarse de manera sana.

Cómo es una sesión de terapia de pareja
- Primera sesión: evaluación conjunta La primera sesión de la terapia suele ser una evaluación inicial en la que el/la psicólogo/a conoce a ambos miembros de la pareja y los problemas principales que los han llevado a buscar ayuda. En esta sesión, se pueden realizar las siguientes actividades:
- El/la psicólogo/a pregunta a cada uno sobre su perspectiva de la relación y los desafíos que enfrentan.
- Se exploran las expectativas de cada persona sobre la terapia y los objetivos que esperan lograr.
- Se discuten los temas recurrentes o las áreas problemáticas en la relación, como la comunicación, la confianza, el manejo de conflictos, la intimidad, etc.
- Individual y en conjunto A lo largo de las sesiones, el/la psicólogo/a puede optar por trabajar tanto con la pareja en conjunto como por separado con cada miembro en algunas ocasiones, para entender mejor las dinámicas individuales. Esto le ayuda a:
- Identificar las causas profundas de los problemas de la relación.
- Comprender los pensamientos, emociones y experiencias de cada persona por separado.
- Identificación de patrones y dinámicas Uno de los primeros pasos en la terapia de pareja es identificar los patrones negativos de interacción entre ambos miembros. Por ejemplo:
- Ciclos de discusiones que nunca se resuelven.
- Falta de expresión emocional o comunicación pasiva-agresiva.
- Desconexión emocional o problemas de intimidad.
El/la psicólogo/a ayudará a ambas personas a reconocer estos patrones y a comprender cómo están afectando su relación.
- Mejora de la comunicación La comunicación es una de las áreas más importantes que se trabaja en la terapia de pareja. Algunas técnicas comunes incluyen:
- Escucha activa: Enseñar a ambos a escuchar al otro sin interrumpir o juzgar, prestando atención tanto a las palabras como al tono y al lenguaje corporal.
- Validación emocional: Ayudar a reconocer y validar los sentimientos del otro, incluso si no se está de acuerdo con el punto de vista.
- Expresión de necesidades: Fomentar que ambos miembros aprendan a expresar sus deseos y necesidades de manera clara, sin culpar ni atacar al otro.
- Resolución de conflictos Muchas parejas tienen problemas con la resolución de conflictos, ya sea porque los evitan o porque las discusiones se vuelven destructivas. El terapeuta enseña habilidades para manejar los conflictos de manera más saludable, por ejemplo:
- Aprender a negociar y comprometerse sin perder de vista las necesidades de cada uno.
- Manejar las emociones intensas para evitar escaladas durante las discusiones.
- Crear estrategias para resolver problemas recurrentes y encontrar soluciones de manera colaborativa.
- Reparar la confianza o el daño emocional En algunas parejas, los problemas de confianza, como la infidelidad o las mentiras, son los principales motivos para acudir a terapia. En estos casos, el proceso terapéutico puede enfocarse en:
- Reconstruir la confianza: A través de la transparencia, la responsabilidad y la paciencia.
- Explorar el dolor emocional causado por eventos pasados y trabajar en el perdón y la curación.
- Fortalecer la intimidad emocional y física A menudo, las parejas en terapia buscan reconectar emocionalmente y, en algunos casos, también mejorar su intimidad física. El terapeuta puede ayudar a fomentar la cercanía emocional al:
- Fomentar la expresión de afecto y gratitud.
- Trabajar en la vulnerabilidad emocional y en la forma en que cada uno se siente valorado por el otro.
- Tareas entre sesiones El/la psicólogo/a puede asignar “tareas” para que la pareja practique fuera de la sesión, como:
- Tener una conversación difícil siguiendo ciertas pautas de comunicación.
- Pasar tiempo de calidad juntos, sin distracciones.
- Escribir sobre lo que valoran en el otro o lo que les gustaría mejorar en la relación.
Duración y frecuencia de la terapia
La duración de la terapia de pareja varía según la complejidad de los problemas que enfrentan y los progresos que vayan logrando. Algunas parejas necesitan solo unas pocas sesiones para resolver conflictos concretos, mientras que otras pueden requerir meses de trabajo continuo. Las sesiones suelen ser semanales o quincenales, dependiendo de la gravedad de los problemas y la disponibilidad de la pareja.
Beneficios de la terapia de pareja:
- Mejora en la comunicación: Aprender a hablar y escuchar de manera efectiva.
- Resolución de conflictos: Encontrar formas saludables de resolver desacuerdos.
- Fortalecimiento de la intimidad: Reavivar la conexión emocional y física.
- Reconstrucción de la confianza: Superar traiciones o rupturas de confianza.
- Toma de decisiones informadas: Ayudar a la pareja a decidir si desean seguir juntos o separarse de manera saludable.
En resumen, la terapia de pareja es una herramienta valiosa para resolver problemas, fortalecer vínculos y mejorar la satisfacción en la relación. Es un espacio seguro donde ambas personas pueden ser escuchadas, comprendidas y guiadas para encontrar soluciones a los desafíos que enfrentan como pareja.
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